Al hablar de páginas web, además de contar con una base técnica bien trabajada y un diseño atractivo debemos tener en cuenta otros parámetros que permitan que su uso, la navegación por la misma, sea sencillo y no presente inconvenientes para las personas que la visiten.
La usabilidad referida a las páginas web, pretende orientar el diseño, la estructura, la distribución de las páginas de manera que la información importante, la que se supone busca el usuario y nosotros queremos que encuentre, sea fácil de localizar. Si la persona que accede a nuestro sitio web o tienda electrónica no encuentra lo que busca de forma sencilla, suele desistir, y esto supone que estamos perdiendo a un cliente potencial, no porque nuestro producto no sea bueno, sino porque no hemos sido capaces de presentárselo adecuadamente.
Si hablamos de accesibilidad, hablamos de conseguir que nuestra web pueda ser consultada por cualquiera, independientemente del navegador que utilice, del idioma que hable, del tipo de conexión del que disponga o de sus capacidades físicas, por poner algunos ejemplos. Si podemos vender nuestro producto en el extranjero y nuestra página no ofrece información en otros idiomas, estamos poniendo una barrera para los potenciales clientes de esos mercados. Si el diseño de nuestro sitio no funciona correctamente con determinados navegadores o en dispositivos móviles, también estamos dificultando que posibles clientes accedan a nuestros productos o servicios.